domingo, 12 de mayo de 2013

El primer troll maligno en el Twitter de #leonesp: manual de cómo tratar con él (y dejarlo "de piedra")

UribeX
A veces te encuentras con cosas impresentables al máximo y hasta hoy ninguna de estas cuentas en Twitter habían llegado al nivel más bajo y absurdo que nos hemos encontrado en nuestra ciudad Tuitera de #leonesp esta semana pasada. Hemos tenido un trol de libro, como quien dice. Pero de libro. Posiblemente el trol más penoso y fuera de control que hayamos tenido en nuestra ciudad. Una persona se puso a molestar profusamente a gente como Pablo BH (humorista), Pilar Nevada (dueña del Bar Nevada), lo intentó con la gente de Enredate, tocó las narices a DesySinMas y finalmente recurrió a mi, sabiendo posiblemente que yo sí le iba a contestar (y así inflar su ego de bobotonto, que es lo que es en esencia un trolcín de León).

Este personajillo consiguió mi atención durante un par de tardes. Al principio me cayó bien e incluso me dediqué a hacerle unas bromas. Cuando empezó a tratarme con una familiaridad bastante más que cercana comencé a mosquearme, pero no le quise dar importancia (perdonen que no diga el nombre del trol, pero es lo que quiere para hacerse famoso y lo más cojonudo es que hay 62 personas que le siguen no sé muy bien por qué) y pasé de él y hasta quise hacerme amigo suyo suponiendo que era un colega mío haciendo gracias.

Pues no, no era colega mío. Ya se encargó el trol de los cojones de intentar tocarme las narices hasta insultarme de forma tan grave que se metió con mi tendencia sexual, mi trabajo, mi familia y mil lindezas más. Así que pasé de él en mi cuenta personal (no tienen que soportar mis mil cuatrocientos seguidores una discusión con esas palabras) y pasé a la cuenta que tengo de debate (Debatikon) donde siguió con sus sobradas hasta que le hice una investigación en Internet para descubrir su IP y su nombre real y le dejé de contestar una vez le comuniqué que sabía quién era (si es que pobrines, los troles no saben con quien se meten a veces). El pobre se desesperó preguntando sin contestación. A esto se le llama dejar de piedra a un trol: en El Hobbit Bilbo Bolsón consigue escapar de unos troles porque les hace pensar (lo que pueden) y les mantiene despiertos hasta que sale el sol (o se hace la luz) y se convierten en piedra. Con un trol lo que hay que hacer es dejarles perder los nervios hasta tal punto en que la gente ya sabe que son impresentables hasta el final, nadie les hace caso y... una vez que han perdido toda educación dejarles de hablar. Les jode mil. Les deja de piedra.

Luego, por la noche, me estuve partiendo de la risa como nunca cuando ví que había dos personas que habían hecho dos cuentas en Twitter para tocarle las narices a nuestro excelso trol. Estas son @Eltrolcindeleon y @Cuco_Cucu (y os aseguro que yo no tengo nada que ver aunque el trolcín de León -que es como le llamaba yo durante la tarde en que le hice perder los nervios, la compostura y dejé de hablarle- está empeñado en que tengo algo que ver). La primera dice que es tonto e idiota como un trol y la segunda le tira Cucús a quien insulta (cosa que hago yo para exasperar a la gente que me toca las narices XD). Muy fino quien me conozca para haber hecho esas cuentas que, por otra parte, le tocan tanto las narices al trolcín auténtico que esta mañana sobrepasó todos los límites de lo que es una persona normal y bondadosa.

Atacando una empresa, hay que ser...
El problema no es que haya un estúpido que se comporte como un trol de libro (protestón, tocanarices, tocapelotas, insultón, que pierde los nervios, que se mete con todos), posiblemente porque es una persona tan triste y amargada que no consigue notoriedad por sí misma y siempre hay algún otro que, siendo igual que él, pero más cobarde aún (y muy cobarde hay que ser para insultar a la gente como hace la cuenta de Izquierda Socialista de León o Cosinas de León escondidos tras una cuenta de Twitter), le sigue para reirse de los demás.

Lo que pasó de ser una mera disputa con un trol, que puede ocurrirle a cualquiera y que ante eso hay que seguir la máxima de Don't Feed the Troll (No alimentes al trol), salvo que sepas cómo dejarlo de piedra (aunque esa es la estrategia más rápida y más efectiva: si no le hablas se vuelve de piedra y al final te deja de decir mamarrachadas), esta mañana se convirtió en algo mucho más grave.

Según me levanté apareció una cuenta en Twitter con el nombre de mi empresa y la parte de mi apellido con la que me conocéis. No sólo con el nombre, sino con el logo. Intentó seguir a una serie de personas y también a la cuenta tuitera de Público (no sé con qué intención, la verdad). El error que cometió (hay que ser idiota) es seguirme en mi cuenta personal. En cuanto lo ví avisé a la gente que había seguido de que no era yo ni mi empresa... y les solicité que le bloqueara por SPAM.

Seguidamente le envié un mensaje diciendo que estaba usando una marca registrada (como podéis ver aquí) y se acojonó y cerró la cuenta (o la gente que estaba denunciándole por spam consiguió que la cerraran). Pero lo que hice seguidamente fue denunciar ante Twitter el uso de una marca registrada por otro. Aquí tenéis cómo hacerlo por si os pasa alguna vez.

En todo caso Twitter no suele cerrar cuentas que son humorísticas y que ya dicen ellas mismas que no son el personaje real, pero por si acaso os ocurre alguna vez que suplantan vuestra identidad... pues tenéis la oportunidad de aprender qué hacer contra eso en este enlace que os dejo aquí.

¿Y el resultado? Pues que me dió publicidad y  la gente me apoyó
Es bastante probable que esa persona, con toda la maldad propia de alguien o muy estúpido o que me tiene tanta ojeriza que sólo quiere mi destrucción, creyera que podía hacer algo para dañar mi imagen personal o empresarial (a lo que tengo que decir que soy lo suficientemente soberbio y cruel algunas veces con los mentirosos y los incoherentes que para eso me valgo yo solito, no hace falta que me ayuden), pero parece ser que le ha salido el tiro por la culata.

Al final lo que ha conseguido el muy cobarde (no olvidéis que el que os critique en las redes sociales tras un mote en el que no se identifique personalmente es un cobardica que no es capaz de poner su persona para decir las cosas a la cara, con lo que casi podéis pensar que lo que son es pocohombres o pobresmujeres y dejarlo pasar) es darme publicidad, ya que rápidamente he tenido la oportunidad de explicarle a la gente de León que intentaban hacer con mi marca y he recibido muchísimos apoyos y de gente MUY importante.

Tanto que quería fastidiar y yo he podido comprobar que la gente sabe cuál es mi marca empresarial (que está desvinculada por razones obvias de mi perfil personal) y la defiende como si fuera mi persona. Eso se consigue cuando un trolcín  de poca monta se pone a insultar a otra persona de tal forma que se pierde toda razón y toda fuerza crítica. Y más cuando alguien se atreve a ser tan (poned aquí vosotros el apelativo) de atacar una marca empresarial y por tanto el pan de una persona.

Y es que todo tiene límites. Yo como persona me tengo que aguantar (y vosotros también), pero cuando atacamos el trabajo y la forma de ganarse dinero de cada uno se sobrepasan unos límites que es lógico denunciar a esa persona cuando usa de forma fraudulenta una marca registrada y pretende hacer daño a alguien que mucha gente conoce y que apoya.

Así que tened en cuenta que existen varias clases de troles (mirad este enlace y reíros un rato), pero que a uno le salga un trolcín dedicado, que de esa discusión varias personas se pongan a meterle caña por su actitud, y que cuando te atacan en la cosa de ganarse el pan aparezcan buenas personas defendiéndote a muerte a veces se puede considerar una suerte. Mientras este me siga insultando (o no, que igual con esto ya se queda "de piedra" esperando, supongo, con toda la rabia del mundo a que meta la pata o a poder hacer leña del árbol caído porque no tiene la valentía suficiente de dar la cara) y la gente me siga apoyando, la experiencia ha sido positiva (sobre todo porque tengo mucho callo, cuajo y recursos para luchar contra esos troles sin que me hagan daño).

Pero si vosotros no estáis acostumbrados seguid estas instrucciones básicas. Y sobre todo, no alimentéis al troll, se cabrean tanto que pueden llegar a cometer delitos como usar una marca registrada (sin saber por supuesto que lo estaba) e intentar desprestigiarte en tu trabajo. Y eso sí que no. Y si os pasa algo no dudéis en pedirme ayuda, que se va a enterar quien os trate de esta forma.
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